Me meo. Salgo corriendo al baño..."Aaaah, que gusto" Veo unos ojos que me observan: un lagarto. Pequeño, pero dentro del baño. Espero que no salga y que no lo vea Sonia... Mierda, han pasado las dos cosas: "Socorrooooo, que ascoooo... Me voy de Cuba, no aguanto más".
Bueno, no más bichos por hoy. Desayunamos y nos vamos a Caibarien a ver un ingenio. Como dije, un ingenio es una fábrica azucarera de esas que poblaban la isla. Ahora quedan muy pocas. Al lado del ingenio está la fábrica de ron Mulata: uno de los mejores dicen. Al llegar, nos ofrecen un vasito de guarapo: se exprime la caña con una máquina y sale este jugo. Dicen que es afrodisíaco... "Sonia, bebe por favor".
La pena es que el tren de vapor había partido ya... ¡Qué raro! Así que nos quedamos sin excursión por la selva. Terminamos la visita viendo la fábrica y las locomotoras que llevaban el azúcar desde las plantaciones hasta los ingenios.
Otra vez al taxi, a las manos de Vázquez y próximo destino: Remedios, cuna de las parrandas. Lo que en España son las chirigotas, vamos... Y ¡qué mala suerte!... El típico museo está cerrado, que casualidad. Bueno, no pasa nada: nos vamos a ver la casa-museo de Alejandro García-Caturla, músico y juez local que fue asesinado a tiros en 1940... Un tipo peculiar. Fotos del lugar, cervecita, un autobús lleno de diplomáticos viendo la ciudad y a comer.
Llegamos a la Finca La Cabaña y ¡oooh! Sorpresa. los diplomáticos van a comer allí así que cambio de planes y camino a Santa Clara comemos en un bufete de un hotel: creo que hemos salido ganando. Nos ponemos tibios: las cervezas corren de nuestra cuenta... sin saberlo, claro.
Santa Clara: la ciudad del Che. Evidentemente, no nació aquí pero fue la ciudad que le hizo famoso por su toma militar y por el asalto al tren blindado. Además, aquí está enterrado el Che junto con el resto de guerrilleros fallecidos en Bolivia. El mausoleo es escueto pero cuenta con un interesante museo y las estatuas y representaciones del exterior son grandiosas: recuerdan un poco al Valle de los Caídos o al Cerro de los ángeles... Salimos y vamos a ver el monumento al tren blindado: son los restos del tren que tomaron los guerrilleros del Che, descarrilándolo con un bulldozer. Hay cuatro de los vagones expuestos con una serie de objetos de los que llevaban: armas, equipamiento... e incluso hay una exposición fotográfica.
Y ahora, vía Cárdenas, a Varadero: a disfrutar de la playa. Aquí, en Cárdenas, podemos ver la casa de Elián González, el niño balsero, que todavía se creen que va a volver a ser secuestrado. Tardamos un buen rato en llegar a Varadero porque las carreteras ya sabemos como son. Llegamos a un nuevo cutrehotel y nos despedimos de nuestros compañeros de viaje: parece mentira pero les echaremos de menos. Nos han tratado muy bien: podía haber sido peor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario